viernes, 18 de diciembre de 2015

Rosario Raro: "Solo tenemos una vida, pero con ella podemos salvar muchas"



                                        Rosario Raro con la Estación de Canfranc al fondo


En este mundo hay dos clases de personas, las que se conforman con lo que la vida les muestra y aquellas que luchan por ir más allá. Rosario Raro, autora de la novela Volver a Canfranc, es de las segundas. Bajo el lema "Las cosas solo tienen una dificultad: hacerlas" (Max Aub), no hay nada que le frene o le resulte imposible.

Desde muy temprana edad soñaba con publicar una novela en la editorial Planeta, y hoy no solo lo ha hecho posible sino que además ha conseguido que dicha historia se convirtiera en un auténtico best seller. A través de sus palabras, descubrimos los héroes de una época y una estación que no solo cambió el curso de la historia, también ha escrito la vida de Rorario, así lo siente la autora. Humilde y cercana, afirma que admira la bondad en las personas y reconoce detestar a aquellas que mienten y se familiarizan con actitudes ridículas. Su pasión es escribir y para ello únicamente necesita la soledad de su ordenador, eso sí, conectado a internet.

Os muestro ahora una ventada directa a la estación de Canfranc y al corazón de una mujer que no tuvo miedo a ir más allá:







1-¿Qué escritor y novela diría que le han marcado y recordará para siempre?


Los escarabajos vuelan al atardecer de María Gripe sobre el naturalista sueco Linneo, Crónica sentimental en rojo de Francisco González Ledesma y  Crónica del alba del escritor aragonés que falleció en San Diego, California, Ramón J. Sénder.


2- Es doctora en Filología, estudió Técnicas de Escritura Creativa en la Universidad Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica de MaxPerú (entre otras cosas...) y actualmente dirige el Aula de Escritura Creativa de la Universitat Jaume I de Castellón ¿Cree que todo lo que ha estudiado y vivido ha influido en su forma de entender el mundo de la literatura? ¿De qué manera?


Vivir en otro lugar, como también es tu caso, creo que nos hace ver que siempre hay otra forma, o bastantes más de hacer las mismas cosas. En Perú, por ejemplo, hay grandísimos escritores además de los que todos conocemos. Descubrí allí a Luis Hernández, uno de los mejores poetas que conozco junto con otros de aquí como Vicent Andrés Estellés, Enric Serra i Prades o Emilio Sáez Soro.


3- Según su opinión ¿Qué ingredientes debe tener una historia para que pueda llegar a ser publicable?


Que entretenga, cuando ya hemos leído tanto por encargo, por trabajo, porque no teníamos más remedio, cuando leemos por placer lo que le pedimos a una historia es que lo sea, es decir, que nos cuente algo, que además verse sobre algo que no conocíamos y si además consigue conmovernos con su fondo y su forma, que al final son una misma cosa, creo que al menos para mí, ya tendría de todo.


4- Volver a Canfranc ha sido publicada bajo el sello Planeta, todo un sueño para los que desean convertirse en escritores ¿Qué cree que valora esta editorial en una novela?


En estos momentos, y en la colección de Autores Españoles e Iberoamericanos en la que se ha publicado Volver a Canfranc, hay una línea muy clara que aúna las directrices que enumeraba en la pregunta anterior. Las novelas de mis compañeros de editorial lo cumplen tal cual, me refiero a Luz Gabás, José Luis Corral, Joaquín Camps, Antonio Garrido, Santiago Posteguillo, Paloma Sánchez Garnica y los demás. Se trata en todos los casos de personas muy preparadas que además son doctores en filología, en historia, profesores de universidad, agentes literarios e incluso sociales, que han escrito artículos académicos y han traducido pero cuando hacen ficción tienen muy en cuenta el que para mí es el primer mandamiento de la escritura: “No aburrir al lector”.


5- Cualquier persona que lea Volver a Canfranc ¿Con qué va a encontrarse? 


Con que los héroes están en cualquier lugar, (igual que los villanos). Como dice la cita del principio: "Basta un instante para hacer un héroe y una vida entera para hacer un hombre de bien".(Paul Brulat, escritor francés, 1866-1940). En este caso, como en el de todas las guerras, esas circunstancias extremas suponen una lucha, sacan lo mejor y lo peor de la condición humana.

Con una historia emocionante basada en hechos reales que sucede en una frontera entre dos países pero también entre muchas más cosas, entre la guerra y no la paz sino la posguerra, el amor y el odio, donde cada día se vive como si fuera el último.

6- ¿Cómo se gestaron en su cabeza los primeros esbozos de Volver a Canfranc?


El detonante fue la visión del edificio magnífico y magnético de la estación. Cuando se tiene enfrente, esta construcción sobrecoge y habla. Solo hay que escuchar lo que cuenta sobre su grandeza pasada —y espero que pronto, también futura—, y tomar nota.


7- ¿Se considera una persona metódica en la organización de la escritura o, por el contrario, se deja llevar por la historia?


Para mí escribir es un trabajo sobre todo mental, plasmarlo después sobre el papel o en el procesador de textos es para mí transcribir. Eso sí, antes dibujo mapas mentales, lo ordeno todo en esquemas, en cuadrículas, en escaletas, utilizo cualquier medio que me sirva de ancla para la memoria.



Esquemas de planificación de Volver a Canfranc

8- El proceso de escritura incluye muchas fases, desde la más inicial, cuando la novela solo es una idea, hasta las fases de corrección y posterior publicación ¿Cómo ha vivido esas etapas y en qué momento ha disfrutado más?


Para mí de todo el proceso, la escritura supone un 20% y corregir el texto ocupa un 80% de mi tiempo dedicado a un libro, a un relato, a un artículo, poema, etc.

A mis alumnos les digo que escribir —mejor o peor— lo puede hacer cualquiera, que como decía Óscar Wilde solo son necesarias dos cosas o tener en cuenta dos reglas: “tener algo que decir y decirlo” pero donde se mide un escritor es en la fase de taller de mecánica y después de taller de orfebrería. Suele aplicarse aquello de que cuanto más se tacha más aumenta la calidad de una obra.

9- Volver a Canfranc se desarrolla dentro de un contexto histórico de gran relevancia a nivel mundial ¿Podría hablarnos sobre el proceso de documentación?


Durante todo este proceso he tenido dos fuentes fundamentales además de la lectura de bastantes ensayos sobre el tema: las hemerotecas digitalizadas de algunos periódicos y los numerosísimos documentales sobre la Segunda Guerra Mundial. También he leído novelas como Suite francesa de Irène Némirovsky. Su autora murió en Auschwitz y el manuscrito que contenía esta obra apareció en una maleta que sus hijas conservaron durante sesenta años. No se publicó hasta 2004. Se escribió simultáneamente a cuando sucedían estos hechos: la convivencia de los militares alemanes con los ciudadanos franceses en la zona ocupada del país.

La caja de música de la autora norteamericana Deborah Chiel aunque la historia se conoce más por la magnífica adaptación cinematográfica que hizo Costa—Gavras. En ella una hija libra su propio combate entre el amor que siente hacia su padre, un húngaro afincado en EEUU y el descubrimiento de su pasado como criminal de guerra.
La decisión de Sophie escrita por el también estadounidense William Styron y que relata un dilema tan cruel para una madre que creo que su argumento se nos ha quedado grabado a todos.
Creo que para escribir literatura la documentación tiene que ser mixta: historia y ficción combinadas, como en el resultado.

10- Los personajes de esta novela consiguen tener vida más allá del papel; les has inyectado una buena dosis de humanidad ¿Cree que nacen de usted, de todas las facetas que puede llegar a tener una persona, o se ha inspirado en su entorno?


Cuando creo un personaje pienso en alguien real: un actor, un amigo, incluso en un ministro para caracterizar a alguno. De esta forma, ante mí, ya han tomado carnalidad, ya son reales, después solo tengo que trasladar al lector todas las sensaciones que me producen, de esta forma también sé cómo hablan, qué dirían y que no, qué piensan, cómo se comportan, etc. Si son creaciones ex nihilo, es decir, de la nada, creo que correría el riesgo de que parecieran fantasmagorías o figuras de cartón piedra.


11- Si estuviera dentro de Volver a Canfranc ¿Qué personaje cree que sería? ¿Por qué?

  Sin ninguna duda, Esteve Durandarte, el hombre que solo se casa con su libertad. Donde vivo es  también una especie de refugio en las montañas, me gustan mucho los caballos, entiendo la amistad como el bien supremo del que podemos disfrutar y tengo un sentido de la justicia muy parecido al suyo. Por suerte, en mi vida hay menos sobresaltos. Pero solo de momento, tal vez, solo sea cuestión de lanzarse a la aventura como hace él.

12- Si tuviera que volver a escribir la historia ¿Cambiaría o incluiría algo?


No, la dejaría tal cual por un motivo. Bueno, por dos. En primer lugar porque estoy de acuerdo con la frase de Bryce Echenique que dice que “los libros no se terminan sino que se abandonan”, si no lo hiciéramos así, creo que al menos en mi caso estaría escribiendo siempre lo mismo y en segundo lugar porque como dice mi adorado Manuel Delgado, el antropólogo: “la perfección es reaccionaria”.


13- ¿Qué ha supuesto para su vida Canfranc?


Yo esperaba que por la historia que cuenta Volver a Canfranc gustara pero no que se convirtiera en un Best seller. En estos momentos ya se han vendido cuatro ediciones.

Respecto a Canfranc Estación que es el municipio en el que sucede (a cuatro kilómetros de él está el pueblo de Canfranc) lo que he tenido con este lugar ha sido una historia de amor y además correspondida porque me he sentido muy apoyada y muy reconocida.
Yo vivo en Segorbe, la capital del Alto Palancia, en la provincia de Castellón, entre la Sierra Calderona y la de Espadán, a la orilla de la autovía Mudéjar, que desde que se inauguró me indicaba en letras blancas sobre fondo añil que su origen está en Sagunto pero mi destino estaba en Somport, que si quería alcanzar el puerto más alto tenía que desplazarme hasta allí. Y así lo hice: seguí ese itinerario Sagunto—Somport a veces en coche y otras en tren, con el Canfranero, hasta el valle de Los Arañones donde está Canfranc. Solo tenía, en mi camino, que leer las señales que estaban tan a la vista, tan  grandes y por tanto, tan evidentes.
Desde que la editorial Planeta publicó mi novela, recibo muchos mensajes, desde los cuatro puntos cardinales de nuestro país, pero también desde otras partes del mundo, en los que me preguntan “cómo se va a Canfranc”. Después de explicarlo les digo que es un destino tan mágico que en él se puede aparecer en 2015 o en 1928, porque cada año se hace una recreación de cuando se inauguró la estación ese año. A todos les atraen los paisajes descritos en la novela: majestuosos, amplios, inacabables. Reconozco en las emociones de los lectores las mías.
Sin embargo, mi relación con Canfranc no es simétrica porque yo he escrito un libro sobre Canfranc pero Canfranc a mí, me ha escrito la vida. Así lo resumiría.


         Rosario Raro en la recrecación de 1928, año en que se inauguró la Estación de Canfranc

14- ¿Qué valor cree que comparten todas sus historias?


Que permiten corregir los hechos, es decir, en ellas se hace justicia, eso que se cumple menos en la realidad. Los personajes son lo que son por su capacidad para compartir, tienen lo que dan, no lo que atesoran. Y VIVEN, así, con mayúsculas.


15- ¿Qué tipo de novela sabe que jamás escribiría? 


Una que a mí no me gustara porque me aburriera, porque tuviera la sensación de que me hace perder el tiempo, que colocara un tópico al lado del otro, es decir, que no saliera del cliché, que supiera lo que va a suceder desde la primera página. Eso es al menos lo que intento evitar.


16- Elija una frase para hablar de "Volver a Canfranc".


Si me lo permites en vez de una la resumo en tres:

“Solo tenemos una vida, pero con ella podemos salvar muchas”.
“Para muchos perseguidos la esperanza se llamó Canfranc”.
“La esperanza no puede perderse ni siquiera en último lugar”.
Creo que son un buen credo

                       


Rosario Raro: "Gracias por entrevistarme. En cada conversación intento contar algo nuevo, evitar repetirme, para cumplir con el que te decía que tiene que ser el primer mandamiento del escritor y vencer el sopor del lector. Es un privilegio viajar de tu mano a Escocia. Espero que hasta muy pronto: aquí o allí."


 Aquí os dejo el booktrailer de Volver a Canfranc, perfecto para entrar de lleno en la historia.




Para más información sobre la autora visita su página web: http://www.rosarioraro.net

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